jueves, 27 de junio de 2013

El último que cierre la puerta

Cuántas veces, a lo largo de este año, se me ha pasado por la cabeza cerrar este blog. Cuántas veces lo he olvidado y cuántas veces me he acordado de él a destiempo. Aun siendo incontables las veces que ha recorrido mi cuerpo, esa sensación. Esa que solo se tiene después de escribir. Ese cosquilleo de pies a cabeza, de tripas a corazón. Por su culpa. Cuántas veces pensé, que por qué aun no lo había cerrado. Y sin embargo, creo que sin él, me habría vuelto loco. O quizás, debería decir, menos loco.

The Rapture - How deep is your love?

Caprichosa apetencia

Cuando llevas más tiempo del que te habría gustado haciendo cosas por deber. Cuando llega a convertirse en algo tan normal como la vida misma. Cuando aprendes a mirar más allá y encuentras los momentos buenos en situaciones insignificantes. Resulta difícil de creer que se te ponga tan a huevo una experiencia que te apetezca al 100%. Pero el caso es que estas cosas pasan, aunque a veces no pasen, aunque a veces se dejen pasar, mas porque no pesen no dejan de ser realidad. Sin venir a cuento, como si de un cuento se tratara, vienen y se van. Mas volverán. Siempre vuelven, aunque se dejen pasar. Aunque esta vez, no se vayan a dejar.

Coldplay - Yellow


jueves, 13 de junio de 2013

Enamorado de la vida que me ha tocado vivir

Hoy cumplo años, así es. Es uno de esos días en los que no puedes evitar echar una miradita atrás, aun me sorprendo del camino que llevo recorrido, miro y casi ni me lo creo. Entonces, es cuando miro hacia adelante y me sorprendo aun más por todo el camino que me queda por recorrer, vuelvo a mirar y casi no me lo creo. Me acompañan las ganas, siempre las he tenido, eso es lo importante. Me siento orgulloso tanto de lo que he hecho, como de lo que no. También de lo que me queda por hacer y no hacer. En definitiva, que buen año se va y que buen año viene. Vienen.

sábado, 1 de junio de 2013

Lo mejor del fin de un ciclo, es que significa el inicio de otro...

Hoy se han acabado las páginas de ese libro que tanto me gustaba. Ese libro que siempre estas deseando acabar, hasta que acaba. Entonces es cuando lo coges con las dos manos y recorres rápidamente todas las páginas otra vez. Pero ya no vuelve. Como ese sueño que te encanta, ese en el que te despiertas e intentas volver a él, pero no lo consigues. Por mucho que aprietes la cara contra la almohada, no lo consigues. Aun así, siempre podrás mirar la portada y releer las primeras páginas. Siempre que lo hagas esbozarás una sonrisa y una lagrimilla metafórica bañará tus ojos. Miles de recuerdos y buenos momentos invadirán tu memoria. 

Pero todo lo que empieza acaba, y gracias a Dios que lo hace. Sería imposible avanzar en la vida si siempre pidiésemos el helado del mismo sabor. Siempre viésemos la misma peli y siempre leyéramos el mismo libro. Sería imposible e imposible, amigos mios, poco hay.

Me quedo con lo aprendido y lo vivido. Lo fallado y lo perdido. Lo presente y lo pasado. Lo importante es que ha llegado, el momento de cambiar de aires. Y por lo pronto, el viento no tiene pensado parar de soplar.