Puedes empezar el día de la manera que sea, eso da igual. El día seguirá avanzando, hagas lo que hagas o dejes de hacer. Pasarán las horas y con ellas los minutos, por no hablar de los segundos, esos si que se pasan rápido. Pueden sucederte mil cosas, mejores o peores. Pero al fin y al cabo, tan solo puedes hacer dos cosas, avanzar con el día o esperar a que pase. Porque también pasan, hagas lo que hagas, y además no vuelven. Así que tu decides, o desvelas las sorpresas que te esperan cada día o las dejas pasar y esperas a que aparezcan otras, si aparecen. Pero estoy seguro que casi todos los días (porque no todos, no os voy a engañar) hay algo nuevo que descubrir. Quién sabe, a lo mejor, uno de esos día descubres algo que te guste, que te guste mucho. Y sería una pena que ese día hubieses decidido dejarlo pasar.
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